domingo, 27 de junio de 2010

Cuando el paisaje habla

Cuando el paisaje habla lo difícil es no escucharlo. Siempre hay 
lugares que nos dejan callados, absortos, meditativos, receptivos, 
abiertos. 
El simple hecho de situarnos en ellos nos desinhibe nos deja un 
trozo de alma abierto por donde entra y nos transporta.
Y en ese momento nos susurra palabras al oído, nos alborota el 
pelo, nos humedece la piel, nos hace sentir calor (o frío) y nos 
deja exhaustos y con ganas de descansar un rato de tanta emoción 
acumulada.
A veces solo a veces el paisaje nos habla y algo mas...





1 comentario:

  1. la foto es estupenda...
    he ido dos veces al castillo paseando por la barra de roca que lo une a Cádiz, en las dos ocasiones iba con mi padre, una fue un otoño y otra a final de un invierno...en ambas ocasiones acabamos reflexionando abstracciones, amores y futuros...
    estoy profundamente convencido de que las percepciones sensibles son las que provocan, desde la evocación nos impulsa con tanta fuerza hasta llegar a la materialidad construida...

    Espero ver mas cosas y admirarme de como es posible conectar con coherencia el poder sensible de la dermis, con la potencia de unos muros, unas barandillas curvas, un escalon bajo y largo...que se yo...

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